¿Qué es la cirugía mínimamente invasiva del pie y cuándo se recomienda?
La cirugía mínimamente invasiva (CMI) ha supuesto una auténtica revolución en el tratamiento de muchas patologías del pie. Si antes una operación implicaba grandes incisiones, puntos de sutura visibles y largos periodos de recuperación, hoy contamos con técnicas mucho más precisas, seguras y respetuosas con el paciente.
Soy la doctora Sara Parejo, especialista en cirugía de mínima incisión, y en esta entrada te explico en qué consiste esta técnica, sus ventajas y cuándo puede ser una buena opción.
¿En qué consiste la cirugía mínimamente invasiva?
La CMI del pie se realiza a través de pequeñas incisiones, utilizando instrumental específico y control radiológico. Esto permite corregir deformidades como:
- Juanetes (hallux valgus)
- Dedos en garra o en martillo
- Exóstosis (crecimientos óseos)
- Metatarsalgias (dolor en la planta del pie)
Al acceder a las estructuras internas sin necesidad de abrir ampliamente la piel, se reduce el trauma quirúrgico y se preservan mejor los tejidos.
Principales ventajas
- Menor dolor postoperatorio
Al dañar menos los tejidos, la recuperación es mucho más llevadera. - Recuperación más rápida
En la mayoría de los casos, el paciente puede caminar desde el primer día con un calzado postquirúrgico especial. - Mejor resultado estético
Las incisiones son milimétricas, por lo que apenas quedan cicatrices visibles. - Menor riesgo de infecciones o complicaciones
La intervención es menos invasiva y, por tanto, más segura.
¿Para quién está indicada?
Esta técnica está especialmente recomendada en personas con deformidades leves o moderadas del antepié, que no han mejorado con tratamientos conservadores (como plantillas, fisioterapia o calzado adaptado). También es ideal para quienes buscan una solución efectiva pero no quieren enfrentarse a una cirugía tradicional más agresiva.
Cada caso debe valorarse de forma individual. En consulta, realizamos un estudio completo y decidimos juntos si la cirugía mínimamente invasiva es la mejor opción para ti.
Porque moverse sin dolor sí es posible
Caminar, correr, disfrutar del día a día sin molestias… Ese es el objetivo. Si llevas tiempo conviviendo con dolor o con una deformidad que te incomoda, quizás ha llegado el momento de valorar una solución definitiva y poco invasiva.
Estoy aquí para acompañarte, resolver tus dudas y ayudarte a dar el paso con confianza y seguridad.